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281 pages, Paperback
First published January 1, 1976
…when they switch on a strong spotlight, the appearance of such a strange woman, with a long dress on, that’s shining, ‘Silver lamé, that fits her like a glove?’ yes, ‘And her face?’ she’s wearing a mask, it’s also silver, but… poor creature… she can’t move, there in the deepest part of the jungle she’s trapped in a spider’s web, or no, the spiderweb is growing out of her own body, the threads are coming out of her waist and her hips, they’re part of her body, so many threads that look hairy like ropes and disgust me, even though if I were to touch them they might feel as smooth as who knows what, but it makes me queasy to touch them, ‘Doesn’t she speak?’ no, she’s crying, or no, she isn’t, she’s smiling but a tear rolls out from beneath the mask…
—No, otra cosa la despierta, sabía que ibas a decir eso. La despierta un canario que canta en la jaula. Irena primero siente miedo de acercarse, pero oye que el pajarito está contento y ella se anima a acercársele. Lo mira, y suspira hondo, aliviada, contenta porque el pajarito no se asusta de ella. Va a la cocina y prepara tostadas, con mantequilla como dicen ellos, y cereales y…
—No hables de comidas.
—Y panqueques…
—De veras, te lo pido en serio. Ni de comidas ni de mujeres desnudas.
—Bueno, y lo despierta y él está feliz al ver que ella está tan a gusto en la casa y le pregunta si se quiere quedar a vivir para siempre ahí.
—¿Él está acostado todavía?
—Sí, ella le llevó el desayuno a la cama.
—A mí nunca me gustó desayunarme recién levantado, primero más que nada me gusta lavarme los dientes. Seguí por favor.
—Bueno, él la quiere besar. Y ella no se le deja acercar.
—Y tendrá mal aliento, que no se lavó los dientes.
—Si te vas a burlar no tiene gracia que te cuente más.
—No, por favor, te escucho.
—¿Y qué tiene de malo ser blando como una mujer?, ¿por qué un hombre o lo que sea, un perro, o un puto, no puede ser sensible si se le antoja?
—No sé, pero al hombre ese exceso le puede estorbar.
—¿Para qué?, ¿para torturar?
—No, para acabar con los torturadores.
—Pero si todos los hombres fueran como mujeres no habría torturadores.
—Estábamos en que se va a casar con el de la pipa. Te escucho.
—¿Por qué ese tonito burlón?
—Nada, contame, dale Molina.
—No, háblame del de la pipa vos, ya que lo conocés mejor que yo, que vi la película.
—No te conviene el de la pipa.
—¿Por qué?
—Porque vos lo querés con fines no del todo castos, ¿eh?, confesá.
—Claro.
—Bueno, a él le gusta Irena porque ella es frígida y no la tiene que atacar, por eso la protege y la lleva a la casa donde está la madre presente; aunque esté muerta está presente, en todos los muebles, y cortinas y porquerías, ¿no lo dijiste vos mismo?
—Seguí.
—Él si ha dejado todo lo de la madre en la casa intacto es porque quiere ser siempre un chico, en la casa de la madre, y lo que trae a la casa no es una mujer, sino una nena para jugar.
Según Marcuse, en desafío a una sociedad que emplea la sexualidad como un medio para un fin útil, las perversiones sustentan la sexualidad como un fin en sí mismo; por lo tanto se colocan fuera de la órbita del férreo principio de «performance»—término técnico tal vez traducible como «rendimiento»—, o sea uno de los principios represores básicos para la organización del capitalismo, y así cuestionan sin proponérselo los fundamentos mismos de este último.
(…)
En cuanto a la homosexualidad misma, Marcuse señala que la función social del homosexual es análoga a la del filósofo crítico, ya que su sola presencia resulta un señalador constante de la parte reprimida de la sociedad.
“Vediamo... rispondimi. Cos'è essere uomo per te?”
“Uhm... non lasciarmi mettere sotto i piedi... da nessuno, neanche dal potere... No, è ancora di più. Non lasciarsi mettere sotto i piedi è un'altra cosa, non è questa la più importante. Essere uomo è molto di più, è non umiliare nessuno, con un ordine, con una mancia. È di più, è... non permettere che nessuno vicino a te si senta inferiore, che nessuno vicino a te debba soffrire.”
”E cosa c’è di male se uno è debole come una donna? Perché un uomo o chiunque, un cane, o una checca, non può essere sensibile se ne ha voglia”
“Non so, ma a un uomo esagerare in quel senso può essere di ostacolo”
“Per cosa? Per torturare?”
“No, per farla finita con i torturatori”